Historia
Historia. El fin de la polémica.
Muchas reliquias de ciudades de mundo, con una forma similar, o no, han aspirado a ser reconocidas como ‘El Grial’, la copa que fue utilizada por Jesucristo en la última cena.
Es el Grial de Valencia, la única que ha sido reconocida por la Santa Sede, el 22 de agosto de 2014 con la concesión de año jubilar perpetuo del santo Cáliz (el primero es del 29 de Octubre de 2.015 al 26 de Octubre de 2016, y así cada 5 años), y que está situada en el Aula Capitular de la Catedral de Santa María en Valencia y denominada ‘La capilla del Santo Cáliz’.
¿Qué es el Grial?
Según la tradición, ‘es la copa, en forma de cuenco, que Jesús empleó en la última cena para consagrar lo que sería la primera eucaristía’.
El Cáliz actual tiene esta configuración pues en un momento dado se quiso prestigiar la copa por ‘ser lo que era’. Se hizo una estructura con el fin de darle seguridad, protegerla y enriquecerla con oro, perlas y piedras preciosas.
¿De qué está hecha esta copa?
La materia de la copa es calcedonia, una piedra semipreciosa muy parecida al ágata, que entre otras propiedades hay una que la hace original, ya que según desde donde reciba la luz parece de un color distinto. Verá fotos de color granate, rojo oscuro, otras anaranjadas, incluso según por la cara que se la observe tiene un tono distinto.
¿Realmente es la que utilizó Cristo?
Dado el tiempo transcurrido y las manos por la que ha pasado, el ADN que pudiera haber no existe. Tampoco se puede determinar por el Carbono 14 ya que al ser un mineral no se puede hacer este tipo de prueba.
Ahora bien, está datado en 1.959 por el catedrático de arqueología de la Universidad de Zaragoza, y experto en este tipo de objetos, Antonio Beltrán como una pieza manufacturada entre los siglos I aC y I dC, por lo que esa coexistencia le supone la supremacía respecto a todos los cálices que aspiraban al reconocimiento como la copa de Jesucristo, ya que están o bien fuera de esa época o bien por el uso que se le daba o la forma distinta de un vaso o copa.
¿Cómo aparece en Hispania?
Según cuenta la tradición, San Pedro, el apóstol Pedro ‘sobre cuya piedra se asentaría la Iglesia de Cristo’, la custodio tras la muerte de María, la madre de Jesús, y la llevó junto a él cuando se trasladó posteriormente a Roma.
Allí fue utilizada en la consagración de la misa que hacían todos los Papas que le sucedieron, hasta que en el año 258 DC, siendo Sixto II el Papa por aquel entonces y Valeriano Emperador del imperio romano, este, tratando de conseguir dinero y bienes para financiar sus maltrechas arcas, conmino al Papa a que le entregase todas las riquezas que disponía la Iglesia tanto en metálico como joyas, objetos de valor y bienes de culto, bajo pena de muerte.
Era en aquel momento custodio de todo aquel Patrimonio el diácono Lorenzo, religioso de origen hispano y nacido en Osca (la actual Huesca, en España) quien bajo las instrucciones del Papa de que repartiera entre los pobres el dinero, otros objetos de valor, y que salvara el Cáliz, lo confío a un legionario hispano, llamado Precelio, a que lo llevara a casa de sus padres, Orencio y Paciencia, sita en Loreto, localidad próxima a Osca, y que lo escondieran, conociendo que objeto era y su trascendencia para el Cristianismo. Hay que mencionar que Valeriano, quien viéndose burlado y engañado cumplió su promesa y martirizó a Sixto II junto con cuatro de sus diáconos y el 6 de Agosto lo ajusticio. A San Lorenzo le dio un trato más cruel ya que lo martirizó durante 3 días en una parrilla hasta que finalmente falleció el 10 de Agosto.
¿Estuvo siempre en Osca?
Pues no, porque ya en Osca, estuvo custodiado en el anonimato, de generación en generación como el secreto mejor guardado durante casi 500 años hasta que, con motivo de la invasión musulmana en el año 711 dC de la península ibérica y ante el ascendiente avance de todo el territorio hacia el Norte y los Pirineos, los poseedores del ‘vaso sagrado’ decidieron ir escondiéndolo en poblaciones montañosas, de difícil localización y acceso como entre otras Yebra, Siresa, Sásabre, Bailo y con el fin de evitar la rapiña del ejército seguidor de Mahoma.
Con el transcurso de los años las fuerzas cristinas van deteniendo y hacen retroceder a los musulmanes empujándoles hacia el sur de Iberia, con lo que el Cáliz vuelve a ‘respirar’ apareciendo de nuevo en la catedral de San Pedro de Jaca en el siglo XI.
De aquí pasa al Monasterio de San Juan del Peña, pues al cesar como obispo de Jaca el titular y siendo monje del citado Monasterio, decide llevarse el ‘Cáliz’ y allí permanece durante casi 300 años. Y es durante este periodo cuando gracias a los juglares, trovadores y peregrinos cuando empieza a tener fama.
¿Porque? Pues, por aquel entonces de un lado se hacían peregrinaciones a Santiago de Compostela y de otro se habían iniciado las Cruzadas, campañas para los cristianos que querían impedir que los musulmanes ‘colonizaran Tierra Santa’ al mismo tiempo que se inició la búsqueda del Grial que era símbolo de la espiritualidad, la vida eterna, de valores, y un largo etc.
¿Por dónde más estuvo y cómo aparece en Valencia?
Durante el reinado de Martín el Humano, este desea reunir bajo la Corona de Aragón los objetos más interesantes de la iglesia y constituir un relicario Real. El 26 de Septiembre de 1.399 se lleva esto a cabo y ‘la Copa’ baja del Monasterio de San Juan de la Peña a Zaragoza al palacio de la Aljafería, sede de la corte en aquel momento.
Al fallecer el rey Martín, le sucede Alfonso V el Magnánimo quien traslada la corte al palacio real en Barcelona y queda datado en 1.410 como parte del inventario del Relicario.
Decide Alfonso V trasladarse a Valencia y de nuevo está documentado en 1.424 su existencia en el palacio Real de Valencia.
¿Cuándo pasa a ser propiedad de la Catedral de Valencia?
Exactamente el 18 de Marzo de 1.437, según consta en documento depositado en dicha Catedral, ya que el Rey Alfonso V El Magnánimo para financiar sus campañas en Nápoles y Sicilia, pide un préstamo al Cabildo Catedralicio de Valencia, poniendo como garantía todo el relicario de la Corona de Aragón. Dado que a la fecha del vencimiento de aquel no reembolsa lo pactado, todos los objetos que lo avalaban pasan a ser propiedad del Cabildo.
Desde aquella fecha y con los avatares de invasiones y guerras de los siglos siguientes, permanece en la Catedral de Valencia junto con el resto de reliquias y objetos de valor.
¿Siempre estuvo en la Catedral de Valencia?
Como hemos comentado, el Grial se mueve para esconderse, cuando por guerras y amenazas puede perderse o sufrir algún daño. En la guerra Napoleónica, desde la ciudad de Valencia, el Cáliz se traslada a Alicante, a Ibiza y Palma de Mallorca, para regresar otra vez a la catedral de Valencia en 1.813.
La última vez que se pone en fuga es durante la guerra civil española, en que en sale a escondidas de la Catedral el 20 de Julio de 1.936 y tras varios traslados en la ciudad de Valencia, se lleva a la localidad de Carlet, donde se esconde definitivamente hasta que el 28 de julio de 1.939, ya finalizada la contienda española, regresa de nuevo a su sitio en la Catedral.
Reconocimiento de su importancia
El 6 de Enero de 1.916, y con motivo de su especial tratamiento se le traslada a un emplazamiento exclusivo que es la capilla del Santo Cáliz dedicada ‘ex profeso’ a esta reliquia.
Así lo refrenda la Santa Sede concediendo a Valencia ser ciudad Jubilar en Agosto de 2014 y siendo el primer Año Jubilar del Santo Cáliz del 29 de Octubre de 2015 al 26 de Octubre de 2016 (aunque extraordinariamente finalizo el 13 de Noviembre para hacerlo coincidir con el Jubileo de la Misericordia, que se clausuró en Roma el día 20).
Un Jubileo especial ‘Perpetuo cada 5 años’. El 2º año Jubilar será el último jueves de Octubre del 2.020 hasta el último jueves de Octubre de 2.021. ¡Y así cada lustro!
Una curiosidad
Como anécdota hay que comentar que está roto, ver foto superior, pues se le cayó al canónigo D. Vicente Frigola durante la celebración el 3 de Abril de 1.744, Viernes santo. Fue reparado en breve tiempo por el Maestro Platero D. Luis Vicent.
Es de señalar que el Canónigo enfermó, dicen que por el disgusto, y fallecio a los 15 días del suceso. ¡Cada uno que saque sus conclusiones!
- VIA
- Tamara